sábado, 8 de diciembre de 2012

El caso de las flores negadas


Ok Tomateros,  y vamos con el primer caso. Un caso del que podréis ver la otra parte en Http://lechugatomate.blogspot.com.es/

El caso de las flores negadas fue una discusión que tuvimos a raíz de un viaje que hicimos Doña Lechuga y yo, y nos pusimos a hablar del hecho de "regalar flores" a la otra persona.

Dejemos las cosas claras. A mí, a Mr. Tomato NO LE GUSTAN LAS FLORES. No es que me resulten desagradables, sino que el hecho de regalarlas como muestra de cariño me parece algo demasiado "estereotipado" y que va en contra de lo que es "decir lo que uno siente" algo ya de por sí, difícil, tratándose de mí.

Pero ciñámonos a los hechos del caso.

QUÉ PASÓ: Sucedió que, en una parada de autobús, nosotros (Doña Lechuga y yo) vimos unos geranios. Doña Lechuga empezó a decirme maravillas de las flores y de lo bonito que le parecía que le regalasen flores. Yo preferí decir la verdad de primeras: No era de regalar flores y veía francamente improbable que yo hiciera algo así ¡El caso es que Doña Lechuga se enfadó! Tardamos un buen rato en relajar el ambiente después de aquello. Pero era obvio que cada uno había visto las cosas de forma muy distinta.

QUÉ INTERPRETÉ: Dado que no me gustan las flores, el hecho de regalar flores me pareció algo en contra de mi naturaleza. Doña Lechuga insistió en "lo bonito" que resultaba, pero yo me desentendí. No iba conmigo y eso lo tenía bastante claro. Había otras formas de mostrar lo que uno sentía, y aunque no siempre encajara con el concepto del "caballero reparteflores", tenía que centrarme en lo que yo era, o en lo que me parecía más adecuado para decir lo que yo sentía. No me pareció correcto el intentar "torcer" mi actitud hacia las flores, y me puse a la defensiva. No iba a empezar a regalar flores porque a Doña Lechuga le pareciese mejor eso que otras cosas. No es que me pareciera un intento de "control" por su parte. Simplemente, yo no era ese. No era de flores.

QUÉ ME GUSTÓ/NO ME GUSTÓ: Es lógico que no me gustó la forma en la que Doña Lechuga reaccionó. No lo comprendí. De hecho, tampoco comprendí que le diera tanta importancia. Ya que aquel viaje en el que tuvo lugar la discusión, nos había supuesto un esfuerzo relativamente grande. Y me dio la impresión de que, de repente, a Doña Lechuga no le importó nada. No me gustó que no pareciera comprender aquello, ni pareciera querer comprenderme a mí en este aspecto, sino que pretendía una y otra vez, de que fuese alguien que no soy o que hiciera algo que no encaja conmigo, y eso me hizo cerrarme cada vez más.

Superado el desagradable trance, me tocó hacer una labor un poco más introspectiva, y darme cuenta de que quizás me estaba equivocando en algunas cosillas.

QUÉ PUEDO APRENDER: Quizás estoy aplicando demasiada "fuerza" para defender este aspecto. De acuerdo, las flores no van conmigo. Eso, me temo que no va a cambiar. Pero me toca preguntar ¿Realmente me hace daño regalar flores? Siendo sinceros. No, a menos que lo convierta en algo estrictamente personal, pero el hecho en sí, no me hace nada, salvo que quizás su significado no sea el mismo para mí que para Doña Lechuga. A lo cual cabe preguntarse ¿Y es eso un problema? En realidad puede que si lo realizo de manera puntual, aunque para mí sea "protocolario", no debiera importarme tanto como lo que pueda significar para Doña Lechuga. Las flores seguirán sin gustarme, pero al menos le daré una sorpresa agradable, y eso no es malo ¿No? Puede que valga la pena. Tendré que probar a ver...

QUÉ TENDRÍA QUE VALORAR: Doña Lechuga probablemente me aguante cosas que son insoportables para el resto de humanidad y del mundo de las hortalizas. Puede parecer un testimonio de alguien "débil" pero soy consciente de que no soy tan fácil de tratar, y para muestra un botón: Cualquier chica que haya recibido una negativa tan tajante sobre las flores como la que he descrito en el caso se preguntará como hace Doña Lechuga para "aceptarme" así. Y puede que eso sea algo que deba tener en cuenta, antes de mostrarme tan inflexible ante cosas que no me gustan. Aunque si decido probar el "protocolo floral" puede que sea también importante hacerlo de manera puntual y procurando que no se convierta en un esquema a repetir. No me gustaría encontrarme, en el futuro, con hábitos que realmente no quiero tener.

¿Y vosotros? ¿Creéis que lo estoy enfocando bien? ¿Debería verlo de otra manera? ¿Alguna otra solución?

En cualquier caso, siempre puedo asomarme a http://lechugatomate.blogspot.com.es/ y ver qué fue lo que pesó Doña Lechuga de todo aquello...

Hola a tod@s

¿O se decía "Todxs"? Lo cierto es que la corrección política nunca fue lo mío...

Esto es Tomate&Lechuga, la otra cara de http://lechugatomate.blogspot.com.es/

Este dueto de hortalizas, ha aparecido aquí en este par de blogs con un propósito, el mostrar una serie de situaciones en las que yo (Mr. Tomato, un servidor de Vds.) y mi señora Doña Lechuga de la Huerta, actuamos, o pensamos de forma diferente.

¿Para qué? Pues la razón principal fue para daros una visión más amplia de algunas contingencias que nos hayan surgido en el ámbito de la pareja. No solo es un "anecdotario", sino también nos gustaría (bueno a mí... Realmente a Doña Lechuga no se lo he preguntado todavía) hacer de estos dos blogs, dos facetas diferentes para poder observar las mismas situaciones, y que tanto vosotros como nosotros, aprendamos de "la otra parte", porque en estos tiempos... Hay tanto que aprender sobre "el otro"...

¿Who is Mr Tomato? Realmente Mr. Tomato es alguien muy normal, tan normal que ni siquiera sé que poner en esta pregunta. Os encontraréis tomates en muchas bandejas de un supermercado, y cualquiera de ellos podría tener historias apasionantes. Yo solo soy uno de ellos, que se ha animado a hacer un blog con todo esto. Dentro de mi normalidad, puedo decir que me gusta el rock clásico y la escritura.

Y obviamente, pasar tiempo con mi querida Doña Lechuga, a pesar de las problemáticas que podamos tener. Y de las que os iremos haciendo partícipes con el tiempo.

Bienvenidxs Todxs (suena tan raro verlo así, con una X, me acuerdo de lo que decía Bender, de Futurama, "no lo llames chantaje, llámalo extorsión, la X le da un toque de estilo") a esta parte del dueto bloguero de Lechuga y Tomate, espero que encontréis esto tan divertido y emocionalmente nutritivo como creemos que será para nosotros.

¡¡Tomateros!!